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Historia

A fines de la década de 1950 y principios de la década de 1960 se produjo la llegada de un gran número de hispanos a la Diócesis de Norwich, principalmente de Puerto Rico. En ese momento, dos jesuitas de habla hispana comenzaron a atender sus necesidades espirituales, trabajando en la parroquia Sta. María en New London. Aproximadamente al mismo tiempo, un sacerdote cubano, el Rvdo. Gonzalo Regalado, comenzó a ministrar al pueblo hispano en Willimantic, trabajando en la parroquia San José. Unos años más tarde, el ministerio comenzó en el área de Middletown, bajo el liderazgo del Rvdo. David Zercie.

 

A medida que la presencia hispana continuó aumentando, se hizo necesario que el ministerio estuviera más enfocado y organizado. En 1985, el obispo Daniel Reilly, entonces obispo de la Diócesis de Norwich, nombró al Rvdo. Robert Washabaugh el primer Director del Apostolado Hispano en la diócesis. Desde 1985, el Ministerio Hispano ha crecido desde las primeras tres parroquias, hasta incluir las parroquias de Sta. María en Norwich y  Sta. María de la Visitación en Clinton. Hay otras áreas de concentración hispana en la diócesis donde el ministerio podría desarrollarse. Sin embargo, la falta de personal suficiente lo dificulta en este momento.

 

El ministerio al pueblo hispano también ha pasado de ser un ministerio adjunto en la parroquia, a ser una parte esencial del tejido mismo de la parroquia. Este nuevo fenómeno de una parroquia multicultural es tanto una bendición como un desafío. Es una bendición porque reúne a personas de diversos grupos culturales en un cuerpo unificado de fe, aprendiendo unos de otros y trabajando juntos para construir el Cuerpo de Cristo. Es un desafío porque nos llama a salir de la vieja mentalidad de asimilar culturas en un crisol de uniformidad.

 

Una parroquia multicultural es aquella que valora y respeta la cultura, la forma de ser y el culto de cada grupo, mientras forma unidad en medio de la diversidad. En algunas de estas parroquias, ese multiculturalismo incluye también a otros grupos recién llegados, como los Haitianos en Norwich y los Brasileños en Clinton. Hoy, la gente hispana en la Diócesis de Norwich ya no es principalmente de Puerto Rico. Vienen de casi todos los países de habla hispana de América Central y del Sur. Para enfrentar este desafío, el párroco es asistido por un sacerdote de habla hispana y una religiosa de habla hispana. También es asistido, según esté disponible, por un diácono de habla hispana. Los líderes laicos también participan en la edificación de la Iglesia en sus parroquias.

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